J. Francisco Gómez
"Siddhartha" de Hermann Hesse
Para la segunda reseña de esta sección, no podía dejar pasar la oportunidad de
hablar de otro de mis libros favoritos: “Siddhartha”, escrito por el ganador del Nobel
de Literatura Herman Hesse, siendo esta una de sus obras más famosas y la cual le
dio reconocimiento de manera mundial. La obra sigue con la temática tan
característica del autor, la cual, se refiere a la búsqueda del sentido de la vida. Cuál
es el objetivo de todo esto, qué cambios tendrá en nuestra vida tal o cual decisión, a
dónde vamos. Son preguntas que plantea Hesse, todo esto ubicándonos en un
contexto sociocultural y religioso que se presta bastante a este tipo de
cuestionamientos: el hinduismo.
La religión y el contexto en el que se desarrolla la historia ayudan mucho a la fluidez
de la misma, ocasionando que esta se sienta en su propia realidad, pero siendo, al
mismo tiempo, muy cercana a la nuestra. En la obra conocemos al protagonista:
Siddhartha, el hijo de un brahmán, el cual, en un principio busca seguir los pasos de
su padre, siendo el joven más destacado junto con su amigo Govinda, con el cual,
decide ir a vivir con los samanas; personas religiosas y meditadores que viven sin
estar atados a las posesiones físicas o las necesidades naturales.
Dentro de la obra, Siddhartha conoce un sinfín de maestros, los cuales le ayudan a
comprender la vida de formas muy distintas: en el caso de Kamla, esta lo ayuda a
comprender el placer de la vida, el dinero y los lujos, provocando que, por un
periodo corto de tiempo, Siddhartha se aleje de la religión y el ayuno y se convierte
en un hombre solamente interesado por el dinero, hasta que en un momento de
claridad este reflexiona sobre el paso del tiempo y lo mucho se ha dejado cambiar
por los placeres mundanos.
A lo largo de su viaje, el cual es tanto un viaje físico como espiritual, Siddhartha va
aprendiendo, de manera gradual, comprendiendo los errores que ha cometido en el
pasado y como las creencias que tenia no eran del todo correctas. Sin embargo, el
protagonista no es el único que crece con las enseñanzas de los maestros del
Siddhartha, del mismo modo lo hace el lector. Todo el aprendizaje y los mensajes
que tiene la obra nos ayudan a interiorizar sobre nuestras propias creencias y nos
muestra caminos, que en el contexto occidental, con completamente ajenos a
nosotros, provocando que los giros en la trama y los momentos de reflexión sean
mucho más significativos para nosotros.
De manera personal, este es uno de los libros que más he disfrutado de leer, pues,
a pesar de que la historia cuenta con muchos sucesos, personajes y conceptos
diferentes, la narrativa y el estilo de Herman Hesse, así como la propia historia
hacen que la historia se sienta ligera y la puedas terminar en menos de un día,
aunado el reducido número de página que hacen que el leer no se sienta como algo
abrumador o tedioso. Sin duda, uno de los libros que, siempre recomiendo a los
lectores nuevos, pues, en mi caso, este fue otro de aquellos libros que me mostro la
literatura podía ser educativa, filosófica, mágica e incluso divertida. Todo esto en un
mismo escrito.