J. Francisco Gómez
"El Principito" de Antoine de Saint-Exupéry
Sin duda, una de las obras que no podía dejar fuera de estas reseñas era “El
Principito”, uno de mis libros favoritos, no solo por la temática sino por los mensajes
que tiene, pues, a pesar de ser un libro dirigido para los niños, toca temas bastante
adultos como la avaricia, la envidia, la vanidad, la amistad, el amor, la inocencia y el
viaje de la vida. Todo esto, visto desde los ojos de un niño con cabellos dorados.
Si bien, el protagonista de la historia es un piloto que se estrella en el desierto, el
cual está basado en el autor Antoine de Saint-Exupéry, la trama del libro gira en
torno al Principito. Este se encuentra con el piloto y comienza a contarle su odisea,
desde que salió de asteroide B-612 , donde lo esperan tres volcanes y una rosa. Le
cuenta sobre las personas que conoció, lo que vio y lo que aprendió de cada una de
experiencias vividas.
Si bien, en la superficie todo esto puede sonar como algo muy cursi, la realidad es
que es una historia que en ningún momento se siente moralista o como un regaño.
Cada una de las enseñanzas que este libro nos deja nos hacen sentir nuevamente
como un niño y nos hacen replantearnos quiénes somos y quiénes fuimos y qué
hemos hecho con nuestra vida, con nuestros seres queridos y con aquello que en
algún momento nos apasiono.
Pero, en mi opinión, el mayor mérito de este libro, además de la historia, de la
creación de uno de los mejores personajes de la literatura y las enseñanzas, es que
es uno de los pocos libros que invitan a releerlo. Cada vez que uno regresa a El
Principito es una experiencia complemente diferente, pues, nosotros hemos
cambiado y así lo ha hecho nuestra perspectiva de la vida, por lo tanto, los
mensajes que tomamos son distintos: en alguna ocasión nos identificaremos con el
hombre de negocios, en otras como el Rey, otras con el zorro, con el piloto o con el
propio Principito, todo depende de quiénes seamos en ese momento y que tanto se
nos haya olvidado ser niños y disfrutar la vida.